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¿Qué son?

 

La vida en sociedad  exige como destreza cívica fundamental  el aprendizaje de la

diferencia y de la pluralidad ( ya sea de emociones, intereses, creencias, puntos de

vista etc.)  Esta condición básica  para la convivencia es, a su vez, la principal fuente de conflicto: real o potencial. El conflicto se ha querido delimitar conceptualmente como un proceso cognitivo-emocional en el que dos individuos perciben metas incompatibles dentro de su relación de interdependencia y el deseo de resolver sus diferencias de poder.

 

De modo que el conflicto, lejos de revestir ninguna connotación negativa, como siempre la ha tenido desde sociologías y prácticas educativas de índole funcionalista, hemos de entenderlo como un  elemento ineludible de toda dinámica social efectiva. Es, pues, de su precisa detección así como de la capacidad de análisis y resolución de los agentes implicados en el mismo, de donde cabe esperar su libre y pacífico desenvolvimiento. Ya sea en la familia, en el centro de trabajo o, como es nuestro objeto aquí, en el aula, no hay un grado óptimo de la convivencia si no asumimos su  constitutivo carácter conflictual.

 

Lo que sí es evitable son las consecuencias negativas de los mismos, todos tenemos recursos internos e innatos que nos dotan de capacidad para abordarlos, ( el ser humano sobrevive gracias a ellos) si bien es cierto que las estrategias útiles “ se aprenden “. Si mira en su entorno  el alumnado quizás ve que los adultos con los que has crecido tampoco tienen estas habilidades siendo por eso probable que no haya tenido un modelo adecuado que le sirva. Las consecuencias de esto pueden ser: que no sepas abordar las dificultades que surgen en las relaciones personales, y que debido a esto le de miedo dar sus opiniones, evite discutir…, o por otro lado, no sepa dar su opinión sin imponerla, tenga dificultad para ceder y ponerse en el lugar del otro.. etc.

 

 

 

¿ Cómo abordarlos ?...    Análisis y estrategias

 

Cuando se intenta esclarecer la estructura del conflicto son varios los autores que entran en discusión al respecto, pero sí que parece relevante considerar tres aspectos básicos del mismo:

 

La situación en la que se produce el conflicto, es decir, tener información sobre lo que ha sucedido, conocer el tipo de relaciones que se establece entre las personas o elementos que protagonizan el conflicto, los valores que están presentes y los recursos con los que se dispone para afrontarlos.

 

El segundo elemento son las actitudes o la predisposición que tiene el sujeto a la acción, de tal modo que entran en juego los componentes cognitivos y emotivos, es decir, las imágenes que evoca la persona antes la situación de conflicto, así como la evaluación que se realiza del mismo. Y por último, lo más importante y visible es la conducta o comportamiento que manifiestan las partes, consecuencia de la situación y de las actitudes de los individuos implicados.

 

A nivel global las herramientas necesarias para afrontar las diferencias con los otros serian: confianza en uno mismo y en los demás, lo que se traduce en creer que se puede hacer algo y asertividad o lo que es lo mismo, conocimiento de las habilidades sociales eficaces y adecuadas para cubrir tus necesidades desde el respeto hacia uno mismo y hacia el otro.

 

Las emociones básicas que se experimentan cuando se vive un conflicto son la

rabia, la tristeza y el miedo. A veces de forma independiente y otras todas a la

vez.El camino de la resolución de conflictos no es otra cosa que la expresión

adecuada de estas emociones, la escucha de las de los demás y la búsqueda de

alternativas válidas para los miembros que experimentan el conflicto.

 

 

 

 

Pasos a seguir:

 

 

 

Primer paso:

 

- Reconocer y aceptar las propias emociones.

- Identificar y respetar las emociones de los demás.

 

Este punto nos llevaría a reflexionar sobre cuál de mis necesidades no se han satisfecho en una situación determinada y me ha llevado a experimentar tristeza, miedo o rabia. Viendo a su vez que a los demás si se enfadan o duelen también les sucede lo mismo, alguna de sus necesidades no se habrán cubierto: reconocimiento, atención, justicia... etc. Los seres humanos tenemos todos las mismas necesidades.

 

 

Segundo paso:

 

- Identificar los pensamientos que genero ante los problemas, aquí nos podremos decantar hacia dos vertientes:- yo tengo la culpa - la culpa la tiene el otro

 

Tercer paso:

 

Dejar de buscar culpables y describir : - Expresar lo que yo he vivido - Expresar cómo lo he interpretado - Expresar cómo me he sentido - Expresar que me hubiera gustado que pasara , proponiendo cambios para el futuro Escuchar al otro: - Lo que vivió - Cómo lo interpretó, sus intenciones reales. - Cómo se sintió. - Que le hubiera gustado que sucediera , y sus propuestas para el futuro.

Probablemente esto me ayude a ver aspectos que no veía desde mi posición y postura y me ayuden a cambiar la interpretación de los hechos o por lo menos a ver otras vertientes y con ello a cambiar mi emoción y mi comportamiento.

 

 

A la hora de hablar para resolver el conflicto habrá que tener en cuenta lo siguiente:

 

 - Cuidar la comunicación no verbal: mirar a los ojos, mostrarse próximo.

- Hacer una petición no una exigencia a la hora de cubrir tus necesidades.. Mantener el respeto por el otro y fomentar  la cooperación. 

- Hacer preguntas y sugerencias, no acusaciones. con esto solo se consiguen actitudes de ataque y defensa que impiden llegar a soluciones.

- No adivinar el pensamiento del otro.

- Preguntar

- Hablar de lo que el otro hizo, no de lo que es. El objetivo es cambiar conductas y una etiqueta nunca lleva al cambio.  - Centrarse en el tema que se esté tratando durante la discusión. No sacar a relucir temas pasados.

 Plantear los problemas , no acumularlos. El resentimiento hace explotar en el momento menos oportuno. 

- Escuchar al otro cuando habla, no interrumpirlo.

- Aceptar las responsabilidades propias. No trasladar toda la culpa al otro.

- Ofrecer soluciones. Tratar de llegar a un acuerdo.

- Hacer ver al otro que lo has entendido, repitiéndole alguna frase del discurso que refleje sus peticiones y sobre todo destacar aquello en lo que estéis de acuerdo o penséis de la misma forma. Expresar también lo que te agrada del otro. 

- Evitar la crítica inadecuada, comentarios negativos, el sarcasmo o la ironía, esto solo responde al deseo de castigar al otro o de humillarle, es una venganza, no una búsqueda de soluciones.

- Preguntar al otro que puedes hacer para mejorar las cosas.

- Interesarte por las actividades del otro.

- Buscar un ambiente adecuado que facilite el hablar: tranquilidad, intimidad, y que sean espacio neutral.

 

 

 

 

Para saber más:

 

http://www.cnice.mecd.es/recursos2/convivencia_escolar/4_ayuda.htm
http://www.concejoeducativo.org/3con_con.htm
http://www.cruzrojajuventud.org
http://www.educastur.princast.es/proyectos/mediacion/

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/publicaciones/convivencia.php3

http://www.uji.es/bin/publ/edicions/jfi12/19.pdf
http://www.pangea.org/edualter/material/euskadi/mediacion.htm
http://www.pangea.org/pacoc/DOCUMENTOS/_Cuadernos_completo.pdf

9a.  Conflictos

 

 

 

Definición, análisis y estrategias de resolución

de conflictos en el aula

 

 

 

www.convivenciaenred.org

   Selección de contenidos:  Daniel López Romero  *  Profesor de Filosofía

 

Convivencia en las aulas

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